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El protagonista de esta historia se llama Gabriel y, hace un par de años que vive en Alicante. Trabaja como recepcionista en un hotel, con un día libre a la semana, que es el día que aprovecha al máximo para disfrutar en familia o con los amigos y su verdadera pasión, los emocionantes descensos con mountainbike

Desde que se había trasladado a Alicante ya no contaba con la ayuda de sus padres, por lo que era más difícil conciliar vida familiar a la vez que contener los gastos. En su actual trabajo, quitando las horas extra que ya realizaba, le era imposible ganar más dinero, por lo que si continuaba así, cada vez sería más complicada su situación.

Como tenía estudios de turismo y empresariales, creyó que le iría bien invertir en criptomonedas, aunque fuera algo nuevo y desafiante para él. Así que empezó con una pequeña cantidad de dinero que se podía permitir invertir. Tras unos primeros meses en positivo, no lograba entender por qué pese a tratarse de proyectos muy distintos unos de otros, se movían todos igual.

Durante los siguientes meses fue presa de las manipulaciones de mercado, el excesivo apalancamiento y las estafas piramidales, perdiendo la paciencia y viendo como tenía todo en números rojos, más rojos que el atún que roban las multinacionales en el mar mediterráneo. Humillado por la triste realidad cuando se creía que iba a ser el rey del mambo, acepta que no tiene los conocimientos necesarios para sacar beneficios a largo plazo y decide tomarse un criptodescanso.

Por suerte o casualidad divina, al cabo de un mes, en una conversación con Cristo, otro apasionado de las mountainbikes, descubre que éste es trader profesional. Pese a que Cristo no invierte en criptomonedas, le explica que se puede sacar mucha rentabilidad si se aprovecha la alta volatilidad que estos activos tienen.

Así es como Gabriel tras no pocas jornadas intensivas en casa de Cristo, aprende como opera él en la bolsa de valores (Nasdaq) ayudado entre otras herramientas, por robots. Además de aprender como aprovechar la alta volatilidad del mercado cripto, analizar los fundamentales, realizar análisis técnico y conocer las tendencias psicológicas de los mercados, asimila las formas de luchar contra un sistema financiero y global que nos quiere cada vez más controlados y con menos poder adquisitivo.

Gabriel quedó admirado y, envalentonado por los métodos aprendidos de su amigo, decide arrojarse ahora sí, de lleno, a lograr unos ingresos extra que le permitan una mayor independencia financiera.

Tras más de 7 meses probando los nuevos conocimientos adquiridos, no ha tenido ni un mes en negativo, ni siquiera el terrible mes de junio donde el precio de Bitcoin cayó mas de una tercera parte de su valor (-37%), mientras que él obtuvo unos beneficios anualizados para ese mismo mes de un +21% y, todo ello sin usar apalancamiento, directo del mercado spot. En el transcurso de estos 7 meses, un beneficio anualizado del 94%.

En ese tiempo también ha podido comprobar como la eficiencia de los robots es mejor cuanto mayor es el capital invertido y, que también existe mucha GENTE, como él en el pasado, que NO SABE aprovechar las posibilidades de TRADING, pero para eso existe la fé en los demás y en Dios, y ÉSTE, podría ser nuestro PROPÓSITO y SOLUCIÓN a un problema. Así, decidió comentarles a Miguel y Rafael, dos colegas con los que se había hecho inseparables desde su llegada a Alicante, todo lo que había estado llevando a cabo estos meses con la ayuda de Cristo. Y así es como formaron equipo, aportando cada uno lo que mejor sabía hacer.

Actualmente, Gabriel está superando su antes complicada situación financiera. Ahora no sólo no está agobiado por los pagos a los que debe hacer frente, sino que tiene suficientes ingresos extra con los que disfrutar más con la familia, e incluso se ha dado el lujo de un viaje relámpago a Suiza, paraiso para los riders.

En el futuro cercano, sabe que podrá cambiar de trabajo a uno que le deje más tiempo libre y le llene más, seguramente ligado con su pasión con las mountainbikes y bicicletas en general

Todos los que hemos invertido en criptomonedas, vemos que el mundo está a punto de cambiar drásticamente. Cada vez existe un mayor interés y participación no ya de la gente de la calle como nosotros, sino de los grandes fondos de inversión y bancos.

Las criptomonedas han venido a ocupar un lugar importante en nuestras vidas y, se abre ante nosotros una grandísima oportunidad, una oportunidad que es única puesto que no tenemos las ataduras y frenos que sí tienen esos grandes inversores, que deben esperar la regulación para poder entrar en este mercado. Por una vez que podemos entrar antes que ellos a una fiesta, entremos antes de que nos lo prohíban.

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Cristoshi Nakamoto